Coincidencia básica del destino
a la incredulidad de nuestras mentes,
se cruza con maravilla al cariño
que en el secreto expresaba ferviente.
Y la gran sorpresa de nuestro acierto
atacó nuestras almas con dulzura,
pues un amor que se supone cierto
de la duda desprende la ternura.
Las dubitaciones que le anteceden
a un gusto que ha de ser correspondido
Se evanecen topando a tu beldad.
Ignoro si al amor las penas ceden
Mas lo único que tengo entendido,
que esto es muy bello para ser verdad.
Hecho especialmente para mi amiga "Ana Yeri", no precisamente con dedicatoria directa, sino para su uso externo. Espero que te sirva.
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