Soñar con calor... suele mostrarse contradictorio en algunas ocasiones; en los sueños, las percepciones sensitivas se desvanecen... pero sí, soñé con tu calor.
¿Hay algo más cruel en la vida que despertar y darse cuenta de que no estás conmigo? Te vi, tan claramente en tu esplendorosa belleza... y parecía como si desde años pasados me amaras, sentí que nos correspondimos. Fue claro el calor que sentí en ese momento en mis brazos: estaban rodeándote. Tus labios hacían emanar tal cantidad de bellas palabras que me dejaba extasiado. Creí, pues, vivir en un paraíso, a tu lado, en tu eterna compañía.
Mas al amanecer, estaba persiguiendo el vapor de una ilusión... la fantasía más extraordinaria de mi vida. No cabía duda que la soledad me atormentaba con tal furia e ímpetu que me ocasionaba la concepción de un fantasma en mi vida.
¡Arrúllame en tus brazos, querido fantasma, querida aparición, porque la verdadera mujer que amo no me ama! ¡Hazme feliz, invento de mi mente, aunque me vuelvas loco! No me dejes caer de nuevo en el profundo pozo de mi dolor, pues seguro esta vez la vida no me daría otra oportunidad de regresar.
Quisiera ser el fantasma
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